Nuestra cadena de suministro de soja sin OMG
A finales de los años 80, una idea germina en la mente de la familia Clanchin: ¿y si la soja fuera el ingrediente del futuro? Utiliza poco espacio de tierra, requiere pocos insumos químicos y genera pocas emisiones de gases de efecto invernadero: eso es lo que llamamos ser visionarios (con rima incluida 🤓).
Tan pronto como se pensó, se hizo realidad: desde 1995, mientras la ecología estaba en sus inicios, establecimos una cadena de suministro de soja francesa garantizada libre de organismos modificados genéticamente (OMG). Hoy en día, nuestras explotaciones de soja asociadas siguen siendo de tamaño humano.
El soja, una obviedad
En 1988, Françoise y Jean Clanchin descubrieron el soja, este ingrediente extraordinario consumido en Asia durante milenios. Con su visión de futuro y su inagotable energía, decidieron transformar la semilla de soja en lo que se convertiría en el primer postre de soja. ¡Tadaaam!
Para nuestra gran alegría, el soja rápidamente encontró su lugar en sus platos. Ligero, sin lactosa, rico en proteínas y aminoácidos, es una excelente alternativa a la carne.
Una cadena de suministro francesa
Desde 1995, establecimos una cadena de suministro de soja francesa garantizada sin organismos modificados genéticamente (OMG). Nos preocupó desde el principio trabajar con explotaciones agrícolas de tamaño humano, que se convirtieron en verdaderos socios 👨🌾. En Francia, la producción se realiza en rotación de cultivos. Esto significa que cada año se alterna entre cultivos de invierno (colza, trigo, guisantes, etc.) y cultivos de verano, que incluyen el soja. Este método de cultivo enriquece el suelo y favorece la biodiversidad.