¿CÓMO ALIMENTARTE SALUDABLEMENTE ESTE VERANO?

Cuando el termómetro sube, también cambian nuestras preferencias alimentarias: buscamos platos más frescos, ligeros y fáciles de digerir. El verano nos invita a adaptar nuestras rutinas y hábitos, y la alimentación es una de las claves para sobrellevar mejor las altas temperaturas, mantener la energía y sentirnos bien por dentro y por fuera. Nuestra nutricionista clínica y deportiva, Sara Martínez, nos comparte algunos consejos para cuidarte desde el plato durante los meses más cálidos del año.

Hidratación, la base de todo

El primer paso para refrescarte de manera saludable es asegurar una hidratación adecuada. El agua es fundamental para regular la temperatura corporal, facilitar la digestión y evitar la fatiga. Aunque el agua debe ser la principal fuente de hidratación, también puedes incluir infusiones frías sin azúcar, aguas saborizadas con frutas, caldos suaves y alimentos con alto contenido en agua, como frutas y verduras.

Recuerda que la sed es un síntoma tardío de deshidratación, así que no esperes a tenerla para beber.

Apuesta por alimentos frescos y vegetales de temporada

Las frutas y verduras de verano no solo aportan agua, sino también vitaminas, minerales y antioxidantes, que ayudan a combatir el estrés oxidativo ocasionado por una mayor exposición solar y a reforzar el sistema inmunológico. Sandía, melón, pepino, tomate, calabacín, berenjena, cerezas, albaricoques… ¡Aprovecha su sabor y frescura!

Los vegetales crudos o ligeramente cocinados (al vapor o salteados) conservan mejor sus nutrientes y resultan más digestivos en esta época del año.

Cocciones suaves y digestivas

Evita las comidas muy grasas o copiosas que puedan resultar pesadas. Opta por cocciones suaves como al vapor, a la plancha, hervidos, papillote o salteados rápidos. Estas técnicas mantienen los nutrientes y ayudan a que la digestión sea más ligera, ideal para los días de altas temperaturas.

Incluye proteínas de calidad y ligeras

En verano no es necesario reducir el consumo de proteínas, pero sí elegir aquellas más fáciles de digerir. Las opciones vegetales como el tofu, el tempeh o la soja texturizada son alternativas muy recomendables. También puedes combinarlas con legumbres en ensaladas o bowls fríos. Si optas por proteína animal, mejor pescados blancos, huevos o carnes magras, en preparaciones suaves y sin exceso de grasa.

Ideas prácticas para tu día a día

• Ensaladas completas: con vegetales, cereales integrales (como quinoa o arroz integral), legumbres cocidas y alguna fuente de proteína.

• Cremas frías: como el gazpacho, el salmorejo o cremas de calabacín o pepino.

• Postres refrescantes y saludables: yogur vegetal con fruta fresca, smoothies caseros o polos naturales.

• Snacks hidratantes: rodajas de sandía, melón, pepino o un puñado de frutos rojos.

No todo está en la comida

Mantenerte en lugares frescos, evitar las horas de sol más intensas y adaptar tus rutinas de actividad física a las horas más suaves del día también forman parte de un enfoque saludable en verano.

Conclusión

Refrescarse en verano va mucho más allá de tomar bebidas frías. Una buena hidratación, cocciones suaves, alimentos vegetales de temporada y proteínas ligeras son aliados clave para sentirte bien y mantener la salud. Con pequeños gestos y algo de planificación, puedes adaptar tu alimentación al verano sin complicaciones y seguir disfrutando del placer de cuidarte cada día.

Escrito por Sara Martínez, Nutricionista Clínica y Deportiva, Tecnóloga de los Alimentos www.saramaesnutricion.com

@lanutricion_insta

Julio, 2025

Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia en nuestro sitio web. Al hacer clic en "Aceptar todo", aceptas el uso de todas las cookies. Más información.